Lo observado sólo cobra sentido con la mirada del observador.
En la novela “Llamadme Alejandra”,
premio Azorín-Planeta 2017, la mirada de la escritora Espido Freire (Bilbao,
1974) se posa sobre Alejandra, la mujer del zar Nicolás. Ella lo describe como
un personaje casi desconocido que llevó una vida dedicada a su familia, a la
educación y cuidado de sus hijos.
Lo que tenía muy claro Espido desde
pequeña era que “quien tiene el poder es quien cuenta la historia.Yo quería
contar historias y sabía también que estaba destinada a estar en el lado de la
sombra. Quienes contamos historias sabemos que las utilizamos para hablar de lo
que nos interesa”.
Con la escritora en un momento de la conversación
La novela nos sitúa en la Europa
de hace cien años y comenta: “ahora, como hace un siglo, vivimos saltando al vacío
amenazados por el terror. Los miedos continúan siendo los mismos por eso nos
aferramos a algo que nos otorgue una sensación de seguridad”.
Pese a los acontecimientos de violencia
y terror que se viven en la actualidad dice “sigo teniendo fe en la gente.En
los momentos complicados hemos salido adelante”. Y en cuanto a la evolución
tecnológica y el uso masificado de las redes sociales su visión trata de ser
optimista y señala que “tenemos herramientas nuevas para nuevos problemas”.
Me quedo para finalizar, con una reflexión de la escritora " a veces aquello que estaba por conquistar estaba en nosotros".