Siempre es un placer volver a Chillida Leku, un lugar donde se respira paz y armonía. Allí descansan al aire libre algunas piezas del espiritual artista. Supongo que soñó con un lugar mágico para el descanso de sus obras y encontró aquí el sitio perfecto.
Todas las imponentes esculturas están elaboradas con un tipo de metal (acero düren) que no se deteriora y así permanecen perfectas al aire libre.Eduardo Chillida quedó sobrecogido de tal manera por Zabalaga el caserío y sus terrenos, que decidió que ese sería el lugar idóneo para albergar sus obras y donde también descansaría él mismo. Muy pocos saben que allí se encuentran sus restos bajo un magnolio junto a los de su esposa Pilar Belzunce.
Los "aromas" son las piezas en pequeño formato que el artista creaba como anticipo. Aquí podemos apreciar algunos de ellos que se encuentran en el interior del caserío.
"Sueño articulado"
Con esta pieza Chillida ganó la Bienal de Venecia en 1958
Fotos: L.Zabala
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