Se acaba de presentar en Bilbao ( y hasta el 31 de octubre en la
Sociedad Bilbaina) una exposición fotográfica de esta artista italiana
afincada en Bilbao.
La obra que ha presentado Moriah de Zen, y que lleva el título
de Umbra Vitae, gira en torno a la idea del eterno dilema de la
existencia. Como ella misma ha asegurado en este trabajo se deja constancia de binomio "Cuerpo y alma, materia y espíritu: dejar de ser para poder existir. Como si hubiese habitado en varias vidas".
Durante la presentación señaló que "Umbra Vitae, es un viaje hacia adentro, hacia el interior más profundo, hasta el mismo vientre de la tierra, que susurra no olvidar mirar hacia arriba, hacia el cielo y la luz. Es un recorrido íntimo y silencioso que pasa por diferentes ciclos vitales, en el cual el ser va mutando y desprendiéndose de lo
innecesario, como un árbol lo haría de sus hojas, con una mirada
sobre un legado arrebatado que en su momento no llegó a
pronunciarse".
Son sus fotografías algo así como la memoria de
unas vivencias, desvanecidas entre el rocío y el musgo, o en la textura de un
mítico hogar, retoman vida en la búsqueda del propio ente y que impresas sobre papel
satinado, experimentan el fenómeno de una posible reencarnación. Un alma vieja
que conserva su ancestral ternura y todavía recuerda cómo su imagen se diluía y
cómo se despojó de su herencia. Abre ahora un sendero de posibilidades para
manifestarse.
Estas imágenes son el resquicio de una armadura, la evocación de una época donde se dejó de combatir. Fotografías que muestran que quizá el secreto de la felicidad se esconde en una desconocida alquimia a la que tal vez solo siendo libre se puede acceder.
Sobre la soledad
"Ocurre que hay veces en las que un mundo a solas es mucho más profundo que siendo o estando acompañado. En el acto de descubrir ciertos pliegues del alma, es probable que uno llegue a conocer las claves que le limitan y a su vez que le haga trascender revelando también un lenguaje desconocido" señala.
En opinión de la creadora, solo hay una verdad que merece estar impresa: "La que se ha robado a sí misma y a su soledad, la que se ha elegido como testigo silencioso de esa oración. Alguien apátrida que ensaya nuevas formas de moverse, nuevas combinaciones, tanto gestuales como espirituales y en las que es posible llegar a expresarse. Por ser del todo francamente real, cualquier parecido con el sueño es pura coincidencia".
Vino a Euskadi hace más de dos décadas para realizar un Máster en Investigación y Creación de Arte en la EHU Universidad del País Vasco y decidió quedarse definitivamente. Fue precisamente su Tesis de fin de Máster la profundización sobre I sentieri in-visibili della Coscienza
(Los caminos in-visibles de la Conciencia).
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