Jon Uriarte lo expresó de una forma clara: un verdadero bilbaino se expresa con diptongo haciendo alusión a su ciudad natal (hablar diciendo "bilbaíno" dejaría bien claro que no es de Bilbao).
Mas allá de esta observación que quizá pueda parecer banal o superficial, Uriarte señaló en su charla el pasado jueves 25 de marzo en la Sociedad Bilbaina (con diptongo) que ser de Bilbao implica toda una serie de peculiaridades que van más allá de un marco geográfico.
Uriarte en un momento de su intervención.Foto: L.Zabala
Bilbao es una marca, un concepto e implica una forma de ser que es reconocida más allá de nuestras fronteras. Señaló que esto no sucede con otras ciudades.
Su intervención, amena y plagada de ricas e interesantes anécdotas dejó entrever también que el proceso de globalización al que estamos sometidos, hace que en las nuevas generaciones de jóvenes la diferencia de ser de Bilbao esté más diluída y que es necesario que Bilbao sepa capaz de seguir generando y alimentando su carácter.
Bilbao ha sabido reinventarse cuando las cosas han sido difíciles. La crisis y posterior reconversión industrial de los años 80 del siglo XX, abrió el camino de un nuevo marco en el que el Guggenheim, el metro y el palacio Euskaduna o el BEC entre otros, son algunos de sus emblemas.
Y con ello, una generación de bilbainos y bilbainas siguen llevando con orgullo sus orígenes por todo el mundo y disfrutan sientiéndose embajadores de la Noble Villa allá donde vayan, como Jon Uriarte y....... La que suscribe esta reseña.
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