En el hall principal del Museo de Bellas Artes, el visitante se encuentra con esta obra del escultor Richard Serra bajo el nombre de "Bilbao": Peculiar, significativa, potente.
Sin embargo, puede que pase uno de largo sin casi percibirla. Este es el carácter que destila: Lo es todo, sin parecerlo. Se trata de dos piezas de acero de nueve y siete toneladas en un equilibrio de apariencia inestable.
1983 Fue sin duda, un año duro para la ciudad de Bilbao y alrededores. Las inundaciones de 1983 constituyen la mayor catástrofe natural que se recuerda en Euskadi. En los momentos difíciles, se descubre el carácter que forja a las personas y los lugares que habitan.
Es el caso de Bilbao, la ciudad que huele a metal y a sal.
Según palabras de Serra :"Bilbao es una ciudad donde prima el acero, maciza, entera, como un bloque de difícil equilibrio".
La escultura se compone de dos lingotes de acero apoyados uno sobre otro manejando la masa, el pero y el equilibrio.
La pieza fue realizada in situ en 1983, durante una exposición.Tras la clausura de la misma, la obra permaneció dos años en el exterior hasta que fue adquirida por el coleccionista Plácido Arango y trasladada a Madrid.
En 2001, regresó al Museo para exhibirse como obra invitada. En 2008 el Museo de Bellas Artes de Bilbao la recibió en donación por los nietos de Martín García-Urtiaga y Mercedes Torrontegui.
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